El cambio climático es perjudicial para el océano y malo para las pesquerías. Hemos hecho una crónica de muchos estudios que vinculan el cambio climático, las pesquerías y la conservación y no hemos evitado sugerir abiertamente que el cambio climático es la mayor amenaza para las pesquerías y la biodiversidad en el océano (por contraposición a otras cuestiones océanicas populares y bien conocidas).
Un artículo reciente es la evidencia más fuerte hasta ahora. Lotze et al. 2019, un estudio innovador de libre acceso publicado en junio de 2019, predice que la vida en el océano disminuirá 5% por grado de calentamiento global.
Es una figura poderosa que muestra claramente una relación lineal entre biomasa y cambio de temperatura.
Los estudios sobre cambio climático y las figuras sombrías que producen pueden ser desalentadoras, pero la figura aquí mostrada puede ser interpretada positivamente: reducir el calentamiento en cualquier cantidad hará que suba en la escala y evitará la muerte de un sinfín de animales marinos.
Explicar la ciencia: un conjunto de modelos
Lotze y docenas de científicos de todo el mundo incorporaron modelos climáticos a modelos de ecosistemas para determinar cómo afectará el aumento de temperaturas globales y oceánicas (y sus impactos asociados) a las poblaciones animales a lo largo del tiempo.
Casi todos los artículos que miden algo sobre cambio climático usan escenarios RCP* para configurar un modelo informático que permita medir algún tipo de cambio físico. Por ejemplo, un artículo del año pasado usó RCP para medir cambios físicos dentro y fuera de las áreas marinas protegidas (AMP). Lo que hace que Lotze et al. 2019 sea innovador/pionero es que los investigadores usaron escenarios RCP para dar información a un conjunto de modelos de ecosistemas que predicen cambios ecosistémicos, no solo cambios físicos. La coautora Marta Coll del Instituto de Ciencia Marina en Barcelona dijo: “Nuestro estudio representa una gran iniciativa, donde usamos por primera vez un enfoque comparativo y estandarizado de 6 modelos de ecosistemas marinos globales forzados con 2 modelos de sistemas terrestres y 4 escenarios de emisiones con y sin pesca». El proceso de incorporar escenarios RCP al conjunto de varios modelos ecosistémicos llevó 6 años, de acuerdo a otro coautor, Tyler Eddy.
En lo que respecta a pesquerías, hay dos aportes principals:
- La composición de los peces en el océano cambiará dramáticamente y
- La pesca tiene muy poco impacto sobre lo que sucederá.
Amplificación trófica
Los grandes animales marinos que se encuentran más alto en la cadena trófica sufrirán de manera desproporcionada respecto a los que están más abajo en dicha cadena. Los efectos del cambio climático comenzarán abajo en la cadena trófica y se amplificarán en la red trófica, dejando más vulnerables a aquellos animales de niveles tróficos superiores;un fenómeno conocido como amplificación trófica. «Nuestros hallazgos sugieren que los animales marinos más grandes, muchos de los cuales ya son objeto de preocupación en materia de conservación, podrían mostrar una vulnerabilidad particular a las disminuciones provocadas por el clima, con un efecto dominó desde el fitoplancton hacia arriba en la cadena alimenticia», dijo el coautor Derek Tittensor del Environment World Conservation Monitoring Centre (Centro Mundial de Monitoreo de Conservación del Ecosistema) de las Naciones Unidas.
Según los modelos, gran parte de la biomasa perdida en el océano será debido a un marcado descenso en organismos mayores a 30 cm. Esto tendrá repercusiones obvias para las mujeres y hombres pescadores, así como para los consumidores de alimentos marinos.
«Sabemos que la producción de alimentos en la tierra está cada vez más amenzada por los efectos del cambio climático, como calor extremo y sequía. Este estudio aporta otro capítulo desconcertante a la historia del calentamiento global, confirmando que el cambio climático provocado por el humano pone en peligro los recursos alimenticios de los océanos. En 2015, todos los países acordaron las Metas de Desarrollo Sostenible. Una de ellas es alcanzar hambre cero para el 2030. Nuestra investigación muestra que requerirá no solo una gestión mucho más cuidadosa de los recursos naturales, sino también una rápida reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero», añade el coautor Jacob Schewe del Potsdam Institute for Climate Impact Research (Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático).
El impacto de la pesca es prácticamente inexistente.
Según los modelos del estudio, la pesca no tiene impacto en la biomasa futura del océano:
«El hecho de que los impactos estimados del cambio climático sean independientes de la pesca brinda un incentivo adicional para desarrollar una pesca sostenible y adaptable, reactiva al cambio climático, que necesitamos para alimentar a un mundo de 9 mil millones de humanos», dice el coautor Manuel Barange, Director de Pesca y Acuicultura de la Organización de las Nacionaes Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Sin embargo, los escenarios con y sin pesca utilizados en los modelos eran básicos; el siguiente paso en este análisis es incorporar escenarios de pesca más realistas.
De todas maneras, se mantiene la conclusión de que lo más importante que puede hacer la sociedad para proteger el océano es reducir las emisiones.
Max Mossler
Max is the managing editor at Sustainable Fisheries UW.
*Explicación de RCP: Las Vías o Trayectorias de Concentración Representativas (Representative Concentration Pathways, RCP) — una estimación científicamente respaldada del forzamiento radiativo (puede considerarlo como la cantidad de calentamiento global) basada en diferentes escenarios de emisiones. Básicamente, un RCP estima la cantidad de calentamiento que experimentará la Tierra en función a la cantidad de emisiones futuras. Las RCP pueden luego ser utilizadas para configurar modelos informáticos. Hay cuatro RCP reconocidas: 2,6; 4,5; 6 y 8,5.
La RCP 2,6 es por lo que la humanidad debería luchar: gobiernos y políticas que limiten severamente las emisiones futuras para mantener el calentamiento global entre 1,5 y 2 grados. La RCP de 8,5 está en el otro extremo de la escala; coloquialmente conocido como el escenario de «todo sigue igual» donde los gobiernos hacen poco para detener las emisiones y éstas continúan aumentando. Afortunadamente, la RCP 8,5 es muy improbable ya que los gobiernos de todo el mundo han comenzado a actuar sobre las emisiones. Desafortunadamente, los compromisos de reducción de emisiones no son suficientes y la RCP 2,6 es también muy improbable (a menos que un impulso global de ciudadanos elija a líderes ambientales progresistas que desmantelen la industria de combustibles fósiles, «ejem, ejem, ejem»). Conforme al mundo actual, la humanidad está en el camino de terminar en algún lugar entre la RCP 2,6 y 8,5.
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