A pesar de que se necesitan políticas de mitigación del cambio climático a gran escala para lograr un progreso significativo, la elección de alimentos es una de las maneras más efectivas en que los individuos pueden reducir su huella de carbono. Me gusta elegir alimentos saludables, deliciosos y de bajo impacto ambiental. Probablemente a ti también.
A menudo, las mejores opciones de alimentos implican sustituir una proteína de bajo impacto por una de alto impacto, ya que la proteína es el macronutriente con el mayor uso de recursos asociado. Generalmente, los alimentos marinos son una opción de bajo impacto, pero hasta hace poco, los datos sobre la comparación de diferentes tipos de alimentos marinos en base a sus impactos ambientales y perfiles nutricionales han sido limitados. Un artículo del año pasado, Hilborn et al. 2018, midió los impactos ambientales totales de diferentes tipos de alimentos marinos, mediante la compilación de 148 análisis de ciclo de vida (ACV), un análisis «de la cuna a la tumba» que da cuenta todos los aspectos del uso de recursos de un producto alimenticio. Junto con otro estudio que compiló ACV de alimentos terrestres, las personas ahora tienen un buen sentido del impacto ambiental de los alimentos.
Sin embargo, falta discusión más allá de los macronutrientes en el perfil nutricional total de los alimentos marinos, es decir, cuán saludable es un producto marino en relación a su impacto ambiental. Un nuevo estudio de acceso libre publicado en el Journal of Cleaner Production hace precisamente eso; compara el perfil nutricional con las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de varios tipos diferentes de nutrientes consumidos en Suecia.
Los investigadores, liderados por Elinor Hallström del Research Institutes of Sweden (RISE), compilaron ACV de 37 productos marinos comúnmente consumidos en Suecia (aunque producidos en todas partes del mundo) para clasificar las emisiones GEI de esos productos en comparación con su «puntaje de densidad de nutrientes», una medida cuantitativa de cuán saludable es un producto alimenticio.
Entonces, ¿qué alimentos marinos deberían comer los suecos?
Antes de mostrar los resultados, quiero reconocer que el estudio es específico para Suecia y solo cubre 37 productos marinos comunes a ese país. Muchas de las conclusiones que extrae son aplicables a otras partes del mundo, pero otras no lo son. Desarrollaremos este tema más adelante.
A continuación se muestra una figura del artículo que muestra 37 tipos de alimentos marinos en un gráfico con un eje que representa el impacto del cambio climático (emisiones GEI) y el otro la nutrición. La sección transversal en el centro es la mediana de todos los productos marinos estudiados; también se grafica la carne de res (B), cerdo (P), pollo (C) y huevos (E) para comparar. El tamaño de los círculos representa la cantidad consumida en Suecia.
Los alimentos marinos en el cuadrante inferior derecho son los mejores para consumir, tanto por su impacto en la salud como en el clima, incluyendo el espadín europeo, la caballa del Atlántico, el arenque atlántico, el salmón rosado y el colín de Alaska. Los del cuadrante superior izquierdo son algunas de las opciones más pobres, ya que brindan poca nutrición, pero incurren en altos costos de GEI; estos incluyen bagre de cultivo, langosta noruega (cigala), camarón nórdico y vieiras.
¡Esta es una excelente guía para decidir qué comer en la cena! Lo único que falta en un gráfico como este es la sostenibilidad de las poblaciones. Por ejemplo, el pequeño círculo gris con el segundo puntaje nutricional más alto y apenas por debajo de las emisiones GEI promedio parece ser una gran opción, pero se trata de la anguila europea, una especie en peligro crítico . Los autores reconocieron esta limitante del artículo y brindaron una lista de los 37 productos clasificados según GEI, nutrición y un puntaje combinado con especies «a evitar» (según la definición de la WWF) resaltados en anaranjado.
El producto marino promedio es mucho más nutritivo que sus alternativas terrestres (huevo, pollo, cerdo, res). Veinticuatro de los 37 productos marinos en el estudio fueron clasificados más alto que la proteína alternativa más nutritiva, el huevo. A pesar de que el huevo y el pollo están en la mitad superior de las proteínas amigables con el clima, la mayoría de los alimentos marinos que se consumen en Suecia son mejores para el planeta que el cerdo o (especialmente) la carne de res. Usando una métrica combinada de nutrición y clima, 21 de los 37 productos marinos se comportan mejor que el pollo, la proteína de origen terrestre mejor clasificada aparte del huevo.
Con una muestra tan pequeña y específica de alimentos marinos, se pueden esperar algunos resultados sorprendentes. Destaca las ostras cultivadas, las cuales recibieron el puntaje nutricional más alto (no es sorprendente), pero también uno de los peores puntajes de GEI (muy sorprendente). Los bivalvos cultivados generalmente son considerados como los alimentos marinos de consumo de menor impacto; los datos de Hilborn et al. 2018 muestran que son de menor impacto que muchos de los alimentos de origen vegetal, por lo que ver que las ostras cultivadas fueron clasificaron tan abajo parece extraño. Los autores reconocen el extraño hallazgo y lo explican en función de la utilización de una sola ostra cultivada, un ACV, procedente de un cultivo de Escocia de alto impacto. La Dra. Friderike Ziegler explica: «en el caso de las ostras, solo existe un estudio publicado de ACV, de un cultivo de ostras escocés, que presenta emisiones climáticas más altas que los datos inéditos de operaciones de cultivo a gran escala en el Estado de Washington. La falta de datos para algunas especies lleva a la incertidumbre y los resultados con respecto a los GEI podrían cambiar a medida que se disponga de más datos».
Acción contra el cambio climático: a gran escala vs. a nivel individual
Un estudio como el de Hallström et al. 2019 empodera a los consumidores para tomar mejores decisiones individuales sobre qué alimentos consumen; por ejemplo, ciertamente pensaré en la relación nutrición e impacto la próxima vez que esté en la tienda de comestibles. De hecho, la acción y las elecciones individuales juegan un papel social y psicológico importante para muchas personas preocupadas por el cambio climático, pero la mitigación significativa a gran escala vendrá de la acción colectiva para elegir y presionar a los tomadores de decisiones para que promulguen cambios sistémicos…Y este artículo también es un buen ejemplo de ello:
Este artículo surge porque los tomadores de decisiones de Suecia decidieron actualizar la guía de recomendaciones alimentarias del país para incluir los impactos ambientales. ¡Qué bueno es eso; cambio sistémico real!
Necesitamos que los gobiernos lideren la lucha contra el cambio climático; financiar la investigación (Suecia financió Hallström et al. 2019) y actualizar las recomendaciones alimentarias para incluir los impactos ambientales es un gran ejemplo de cambio sistémico significativo que también empodera a los ciudadanos individuales: la acción cívica perfecta.
Max Mossler
Max is the managing editor at Sustainable Fisheries UW.
Otros artículos sobre cambio climático:
ES – The Environmental Impact of Food & Seafood
¿Cómo se compara el impacto ambiental de los alimentos marinos con la producción de alimentos terrestres? En esta columna, explicamos los impactos asociados a ambos.